Translate

martes, 27 de mayo de 2014

Zonas Erógenas

Para aumentar el deseo tanto en los preliminares como durante el acto, no hay nada mejor que las caricias y los besos por todo el cuerpo, y en particular en las zonas erógenas…

 - Las zonas erógenas

Para aumentar el deseo tanto en los preliminares como durante el acto, no hay nada mejor que las caricias y los besos por todo el cuerpo, y en particular en las zonas erógenas...

Hacer aumentar la excitación

Una zona erógena es una parte del cuerpo susceptible de provocar excitación sexual. Existen tres tipos de zonas erógenas:

• Primarias: se trata de los órganos que deben ser excitados para alcanzar un orgasmo. En la mujer, las zonas erógenas son el clítoris y la vagina. El primero se excita mediante caricias y movimientos circulares. En cuanto a la vagina, sólo es sensible si se encuentra el famoso punto G (aflujo de sangre) y por la contracción de los músculos gracias la penetración del sexo masculino. Las zonas erógenas primarias masculinas se sitúan al nivel del glande y el pene. Del mismo modo, la excitación se produce por frotamientos con la masturbación o la penetración.

• Secundarias: se caracterizan por ciertas partes de la piel y las mucosas que, excitadas por caricias, también activan la excitación de las zonas primarias y, por lo tanto, multiplican el placer sexual. Sin embargo, no son indispensables para alcanzar el orgasmo. En la mujer, son el pubis, las nalgas, los labios mayores y menores, la entrada de la vagina, el perineo, el ano y, por supuesto, los pezones. Y en el hombre, son el pene, el escroto hasta el ano y el interior de las nalgas. A algunos hombres también les encantan los mordisqueos y las caricias en los pezones. 

• Potenciales: el objetivo es activar un conjunto de sensaciones que pueden estimular las zonas primarias y provocar la erección y la humedad vaginal. Estas zonas erógenas tienen una dimensión erótica y varían de una persona a otra, tanto a nivel de localización como de intensidad... Cada uno debe descubrir estas zonas de deseo, presentes en todo el cuerpo.

¿Son iguales en todas las personas?

En principio, las zonas erógenas son bastante parecidas en todas las personas, pero a veces tienen otras preferencias. Para saberlo, es bien sencillo: basta con preguntar a la pareja qué partes de su cuerpo son más sensibles al erotismo. Besos lánguidos y otras caricias harán el resto...

¿Cómo se desarrollan?

Hay una parte de innato y otra de adquirido, es decir, una sensibilidad natural desarrollada en algunas zonas, mientras que otras partes del cuerpo se sensibilizan con el tiempo, desde la infancia. 
Algunos especialistas han demostrado que el contacto físico de la madre es bueno para la percepción sensorial, incluso en la plenitud de la sexualidad en la edad adulta. Así, un bebé que haya tenido caricias funcionales sin cariño no guardará recuerdos agradables en la piel y tendrá menos confianza en sí mismo, y lo mismo a la inversa. Parece que los bebés niñas reciben más caricias y besos que los bebés niños, lo que explicaría que las mujeres tengan más zonas erógenas que los hombres...

¿Siempre suscitan placer las caricias en las zonas erógenas?

Todo depende del grado de concentración de la persona en los preliminares. Si estás totalmente relajada y preparada para recibir la atención de tu pareja, las zonas erógenas que sean tocadas provocarán mucho placer y excitación. Por el contrario, si estás estresada, crispada o preocupada, todo tu cuerpo estará a la defensiva. Estos tocamientos en las partes sensibles pueden provocar cosquillas o una verdadera reacción de rechazo muy desagradable. Así pues, no es raro que a algunas mujeres les de risa en los preliminares, lo que podría conducir a la dimensión erótica buscada.

Las precauciones a tomar

Evidentemente, las zonas erógenas son muy sensibles antes de pasar al acto, y la excitación y el deseo por el otro ayudan. Sin embargo, puede pasar que estos tocamientos, besos, lameduras y caricias sean desagradables o incluso dolorosos después del orgasmo, sobre todo en el glande del pene, el clítoris y los pezones de ambos. Por lo tanto, es importante respetar el corto período llamado “refractario”, durante el cual la pareja deja de estar excitada debido a la hipersensibilidad de sus zonas erógenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario