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martes, 23 de septiembre de 2014

Efectos secundarios de la píldora del día después

La anticoncepción de emergencia debe contar con orientación médica. Si se hace de forma indebida, podría tener efectos a largo plazo.

La anticoncepción de emergencia debe utilizarse con moderación. Su uso frecuente no sólo puede disminuir la efectividad del método sino alterar los patrones de la ovulación −inhibirla o retrasarla−, lo que dificulta el cálculo de los días fértiles.

Debe ser prescrita por un médico, ya que el objetivo es saber por qué se recurre a ella. Lo ideal es hacerlo sólo una vez −máximo dos− y al mes siguiente comenzar a planificar. Si, por el contrario, se utiliza con intervalos menores a dos meses, los efectos no se hacen esperar en la mujer: según Juan Carlos Ramírez, ginecólogo de Profamilia, es posible que se lleguen a formar quistes en los ovarios (por ovulaciones que quedaron detenidas), haya retención de líquido, malestar en los senos, dolor de cabeza o alteración del periodo menstrual (deja de venir o llega muy seguido, hemorragias o ausencia de menstruación).

“No es lógico utilizarlo de forma frecuente, ya que debe entenderse como un método de planificación de emergencia. Si se usa sólo una vez, se desordena el comportamiento natural de los ovarios de forma temporal y al ciclo siguiente se ajusta nuevamente. Pero al hacerlo de forma continua, es posible que se alteren otras hormonas diferentes a las de la ovulación y haya, por ejemplo, ausencia de periodo menstrual, crecimiento inadecuado del endometrio o compromiso del sistema óseo”, señala Cecilia Hernández, ginecoobstetra especialista en medicina reproductiva.

Cómo actúa y efectos secundarios

Este tipo de anticoncepción actúa de la siguiente manera: altera la ovulación o los procesos posteriores a ésta; produce cambios en el moco cervical para evitar el ascenso de los espermatozoides (lo hace impenetrable) e impide la implantación del óvulo fecundado.

Sus efectos secundarios pueden ser náuseas, vómito, dolor de cabeza y congestión en los senos, que duran máximo 24 horas después de ingerir el medicamento. “También pueden haber alteraciones en el ciclo menstrual: a la mitad de las mujeres les llega el periodo en la fecha esperada; a un 23 por ciento se les puede adelantar cinco días y a un 27, atrasar por cinco días”, explica Juan Carlos Vargas, ginecólogo de Profamilia.

Si se toma cuando el endometrio está crecido, es posible que se presente un primer sangrado, que suele ser abundante, y luego uno posterior. Los cambios menstruales varían de acuerdo con el momento del ciclo en que se ingieran las píldoras, indica Vargas.

Efectividad

La anticoncepción de emergencia reduce en un 85 por ciento la posibilidad de un embarazo. “Creer que al tomarla no va a haber embarazo y hay protección por más tiempo es un error, pues sólo protege por 24 horas”, añade Vargas.

Se recomienda tomar estas píldoras lo más pronto posible a la relación sexual, dentro de las primeras 72 horas. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) demostró, incluso, una efectividad hasta de 120 horas, aunque entre la hora 73 y la 120 se observó una duplicación de embarazos (2,6 por ciento) en comparación con las primeras 72 horas, cuyo porcentaje de gestaciones fue del 1,64.

lunes, 22 de septiembre de 2014

12 curiosidades sexuales

1) Más sexo y menos gym: el autor norteamericano Richard Smith escribió dos libros sobre sexo y adelgazamiento. En ambos, desarrolla una teoría que apunta a demostrar demostrar que el ejercicio sexual puede reemplazar las ganas de comer y, por lo tanto, colaborar en el mantenimiento de un peso saludable. "Las endorfinas que libera el organismo durante la relación sexual hace que nos olvidemos del estrés y la ansiedad que nos impulsa a ingerir alimentos compulsivamente", afirma. Claro: todo depende de la duración de la relación, de las posiciones y los movimientos y, cómo no, de la intensidad del encuentro amoroso. En resumen, algunos estudios revelan que tomarse un buen rato para desvestir a la pareja equivale a quemar 120 calorías; que un orgasmo esfuma unas 27 calorías y que con un buen beso desaparecen otras 60. Hay debate al respecto, pero podemos encontrar consenso en este número: durante una relación sexual de veinte minutos se consumen 150 calorías.

2) Las mujeres también disfrutan de la pornografía. Según informa el Internet Filter Review, un tercio de los internautas que visitan los sitios para adultos son mujeres, y suman casi 10 millones por mes las interesadas en estas propuestas. Un estudio llevado a cabo por la revista Glamour, un 87% de las mujeres entre 25 y 39 años disfruta del porno como parte de sus hábitos sexuales. Un dato: más del 70% lo mantiene en secreto.

3) Según una investigación de la Universidad de Texas, son 237 las motivaciones que nos llevan a tener sexo. El departamento de Psicología de esta casa de estudios determinó que tener hijos y aliviar la tensión dejaron de ser las principales razones, y que han crecido otras como "para acercarse a Dios" o "para quemar calorías". Otras: "para pagar un favor", "para cambiar el tema de conversación" y hasta "para quitarme el dolor de cabeza". La conclusión de los investigadores no sorprendió a nadie: las personas tenemos motivaciones sexuales muy complejas.

4) No es verdad que a todo el mundo le interese el sexo. El 10% de la gente es asexual: no se siente atraído por ninguno de los dos sexos. Raro, pero cierto.

5) Los hombres pueden tener una erección completa en 10 segundos, y a veces les basta con mirar un par de segundos algo los estimule. Las mujeres, en cambio, necesitamos otro tipo de estímulos más relacionados con el cerebro, más intelectuales. No nos conforman fácil.

6) Besarse puede no ser tan saludable en ciertos aspectos. En un beso profundo, se intercambian unas 40 mil bacterias. Por suerte, la saliva tiene sustancias desinfectantes. Pero no te sorprendas si un resfrío va y viene.

7) ¿Querés saber cuál es el récord sexual femenino? A nivel mundial, el Guinnes ubica el tope en 2004: lo obtuvo la porno star estadounidense Lisa Sparxxx, que aseguró haber mantenido relaciones sexuales con 919 hombres. Así, destronó a otra actriz del cine porno Marianna Rokita, que acumulaba 759 varones en su lista.

8) También existe un récord de orgasmos femeninos en una misma mujer en una hora: lo estableció un estudio científico norteamericano y quedó en 134. Ellos no pueden llegar tan lejos: entre los hombres, en el mismo plazo, sólo se pudieron contabilizar 16 (aunque hay por allí algún estudio que asegura que un hombre logró 34). Las mujeres ganan, de todos modos. 

9) Los hombres con pareja se masturban más: como tienen más relaciones sexuales, producen más testosterona, lo cual los hace excitarse más. Es un curioso círculo vicioso.

10) Fingir el orgasmo es habitual entre las mujeres. O, al menos, es mucho más frecuente de lo que creemos. Diversos estudios arrojan que al menos el 50% de las mujeres han fingido el orgasmo en algún momento de su vida.

11) En una eyaculación son expulsados unos 100 millones de espermatozoides, que "viajan" a una velocidad de 18 kilómetros por hora, gracias a la fuerza de las contracciones musculares.

12) El sexo es sano, pero hay que cuidar el corazón, porque puede llegar a 180 pulsaciones por minuto durante un orgasmo. Es más: un síntoma sexual puede estar anticipando un problema cardiovascular. 

viernes, 19 de septiembre de 2014

¿Son más infieles los hombres o las mujeres?

Pareja

Hay varios motivos que llevan a hombres y a mujeres a engañar. ¿En qué género es más común? ¿Quién siente más culpa? ¿Cuándo perdonan? Se lo preguntamos a María Isabel Sánchez, periodista y autora del libro Las infieles. 
  
¿Quiénes engañan más: las mujeres o los hombres?

Aún hoy son más los hombres infieles, pero la brecha se va achicando.

¿Qué cambios se dieron en los últimos años?

Fundamentalmente que las mujeres ahora se animen a contarlo. No lo hacen por la misma razón que los hombres, cuyos relatos de infidelidad les dan “chapa” de machos, sino por otros motivos. Tal vez el principal sea que necesitan ser las cronistas de su propia historia.

¿Quién habla más sobre sus engaños? 

Los hombres. Ellos necesitan contar para que otros hombres festejen sus conquistas, los admiren y los envidien. Las mujeres cuentan sus infidelidades sólo frente a sus amigas íntimas, en un ámbito en el que saben que no van a ser juzgadas ni condenadas. También lo hacen en el consultorio psicológico.

¿Hay una “liberación femenina”?

El incremento de la infidelidad femenina puede estar emparentado también con la independencia económica que logró la mujer, que la hace ser más libre y tener menos miedo a quedar desamparada. Muchas personas (hombres y mujeres) son fieles sólo por el temor de perder su pareja, más que por convicción. Ahora ya no hay tanto miedo relacionado con el poder económico del varón.

¿Cuál de los dos siente más culpa al engañar?

La mujer siente mucha más culpa, ¡pero la sobrelleva estoicamente! Las mujeres estamos habituadas a la culpa, sentimos culpa por casi todo. 

¿La mujer infiel diría "fue solo sexo" como podría decir un hombre?

No, pero si lo hiciera, creo que sería con la deliberada intención de lastimar a su pareja oficial. Creo que no hay nada peor para un hombre que su mujer le diga que su amante es mejor que él en la cama (cosa que muchas veces es verdad). Si tiene que justificarse ante el marido engañado, es más probable que declare que se sentía abandonada emocionalmente o que lo hizo porque él lo había hecho antes.

¿Cuántos hombres y mujeres se separan para irse con sus amantes? 

Las mujeres patean el tablero con más frecuencia que los varones, en especial si se enamora y si “pierde la cabeza”. A la mujer le cuesta sostener una infidelidad por muchos años porque la culpa la tortura, prefiere separarse. Es ahí donde el varón engañado y abandonando se desespera por recuperar el terreno perdido. Es ahí donde el varón perdona.

¿Es común que ellos perdonen?

Es mucho más frecuente de lo que creemos. No sé si lo hacen de corazón, por amor a su mujer, o porque necesitan reparar su narcisismo herido. Casi todos los hombres sostienen que jamás perdonarían a su mujer infiel pero, cuando les pasa, la decisión no les resulta nada fácil y muchos perdonan.

Fuente: http://entremujeres.clarin.com/

jueves, 18 de septiembre de 2014

Sexualidad y autoestima

Cada uno de nosotros posee un auto concepto sobre sí mismo. Éste se va construyendo desde la infancia, a través de nuestras relaciones con los demás, de las experiencias que vivimos, de nuestros logros y fracasos, de nuestros modelos de referencia… Todo ello contribuye a la imagen que tenemos sobre nosotros mismos, y ésta afecta prácticamente a todas las partes de nuestra vida, incluyendo, por supuesto, la sexualidad y la forma de relacionarnos a nivel afectivo o sentimental.

El disfrute sexual depende de múltiples factores, pero uno de los más importantes es la autoestima. La sexualidad es quizás el aspecto más íntimo de nosotros mismos, sentirnos seguros y aceptados hará que nos acerquemos a ésta sin miedo y con tranquilidad.

Si nos sentimos cómodos con nuestro cuerpo, será más fácil para nosotros disfrutar con él. También es más probable que si esto es así, cuando nos encontremos con una pareja sexual y estemos desnudos podamos estar tranquilos y relajados. Al contrario,  si no nos sentimos contentos con nuestro cuerpo, querremos esconderlo y nos costará mucho poder disfrutar de los encuentros eróticos en compañía de otras personas.

No podemos olvidar que la percepción que tenemos de nosotros mismos puede estar contaminada por experiencias y complejos del pasado que están todavía sin resolver y que se han mantenido latentes y pueden seguir afectando a nuestras vivencias actuales.

En el terreno sexual, y en lo referente a la autovaloración, hay diferencias en los hombres y las mujeres:

Al hombre, lo que le preocupa principalmente es su destreza sexual, su habilidad, el disfrute de su pareja, etc. Por eso suele generarle ansiedad y preocuparle si su pene está en erección, si su eyaculación es lenta o rápida… Y suelen ser estas inseguridades las que afectan a la autoestima del hombre en este campo.

A la mujer, en cambio, es más frecuente que le preocupe su físico y si éste se asemeja o no con los modelos que se imponen desde la sociedad y los medios. Duda con frecuencia de que a su pareja sexual le guste o no su cuerpo, si pensará que tiene celulitis… y todas estas inseguridades, pueden dificultar el placer y el bienestar durante el encuentro.

Para disfrutar de nuestra vida sexual, como vemos, es fundamental sentirnos a gusto con nosotros mismo. Por eso en muchas ocasiones cuando alguien tiene una dificultad sexual se suele achacar a algo físico, cuando a veces lo que hay detrás es una insatisfacción con nuestro propio concepto y eso puede ser lo que realmente la esté generando.

Así que les animamos a quererse y  resaltar sus capacidades, que seguro son muchas. Si crees que tu auto concepto, en lugar de ayudarte te está dificultando en este terreno, no dudes en ponerte en contacto con un profesional de la psicología.

Por Olalla Martínez Rubí, Psicóloga-Sexóloga y Directora de AmarteSexología


martes, 16 de septiembre de 2014

¿Cuáles son las causas del voyeurismo?

El voyeurismo es un trastorno mental clasificado como parafilia, o trastorno sexual, caracterizado por sentir gratificación y placer sexual al observar los actos sexuales de otras personas o al mirar cuerpos desnudos y genitales. Por lo general, el voyeur observa los actos de personas desprevenidas mientras se esconde. A pesar de que las causas de voyeurismo son mayormente desconocidas, existen tratamientos para este tipo de comportamiento.

Causas

Si bien la causa exacta de voyeurismo aún no se ha descubierto desde el 2011, existen diversas teorías que buscan determinar la base de esta enfermedad. Una teoría común es que el voyeurismo en los hombres resulta de los elevados niveles de testosterona. En algunos casos, este tipo de comportamiento comienza debido a abusos durante la infancia o a la disfunción familiar. En otros casos, el comportamiento se puede derivar de una observación inicial accidental de una persona o personas desprevenidas que llevan a cabo actividades sexuales.

Síntomas y diagnóstico

Por lo general, la actividad de voyeurismo ocurre de modo anónimo, lo que hace que la enfermedad sea difícil de notar y diagnosticar. Para un diagnóstico clínico exitoso, la persona debe reunir determinadas condiciones, que conforman los síntomas de la enfermedad. Los síntomas incluyen excitación al observar los actos sexuales de personas desprevenidas, experimentar fantasías sexuales intensas y recurrentes y comportamientos sexuales que afectan el funcionamiento diario del individuo y causan problemas importantes en su vida social. Estos síntomas deben ocurrir continuamente durante más de 18 meses para ser diagnosticado con voyeurismo.

Tratamiento

La enfermedad de voyeurismo es manejable y tratable, siempre y cuando el paciente busque ayuda médica y muestre el deseo de modificar su comportamiento. El tratamiento suele implicar diversos tipos de terapias, incluyendo la terapia de comportamiento, psicoterapia, análisis cognitivo y psíquico. Estas terapias le enseñan a los pacientes los métodos de controlar y suprimir los comportamientos inapropiados. Los pacientes también aprenden a descubrir métodos para obtener una gratificación sexual más aceptable y saludable. En algunos casos, los pacientes reciben medicamentos diseñados para reducir sus hormonas sexuales - principalmente la testosterona.

Pronóstico

El pronóstico para erradicar los comportamientos derivados del voyeurismo durante el tratamiento es poco alentador. En la mayoría de los casos, el paciente que sufre de este trastorno no puede controlar sus necesidades sexuales desviadas y puede no tener la intención de hacerlo. El voyeurismo tiende a ser una enfermedad crónica que, por lo general, se transforma en el modo principal del individuo de obtener su gratificación sexual.

lunes, 15 de septiembre de 2014

TRASTORNOS SEXUALES

En principio es importante diferenciar dos tipos o grupos de trastornos sexuales:

Parafilias: que se caracterizan por una activación sexual ante objetos o situaciones que no forman parte de las pautas habituales de los demás y que puede interferir con la capacidad para una actividad sexual recíproca y afectiva.

Disfunciones sexuales: que se caracterizan por inhibiciones del deseo sexual o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo de la respuesta sexual.

· PARAFILIAS

Esencialmente consisten en que el individuo tiene unas necesidades y fantasías sexuales intensas y recurrentes que generalmente suponen:
  • Objetos no humanos
  • Sufrimiento o humillación propia o del compañero
  • Niños o personas que no consienten

· Hay que tener muy en cuenta que las imágenes o fantasías parafílicas pueden ser estímulo de excitación sexual para una persona sin ello llegar a ser una parafilia. Por ejemplo, la ropa interior femenina suele ser excitante para muchos hombres. Será parafilia sólo cuando el individuo actúe sobre ellas o cuando le afecten en exceso.

Exhibicionismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, ligadas a la exposición de los propios genitales a una persona extraña. En ocasiones el individuo se masturba al exponerse o al tener estas fantasías.

Fetichismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican el uso de objetos inanimados (fetiches). Ropa interior, zapatos, botas, son fetiches comunes. El individuo se masturba mientras sostiene, acaricia, etc., el fetiche o le pide al compañero que se lo ponga. El objeto ha de ser marcadamente preferido para lograr la excitación sexual. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

Frotteurismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican el contacto y el roce con una persona que no consiente. Teniendo presente que lo excitante es el contacto pero no necesariamente la naturaleza coercitiva del acto. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

Pedofilia

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican actividad sexual con niños prepúberes. Los niños suelen ser menores de 12-13 años y el individuo ha de tener por lo menos cinco años más que el niño para que sea considerado el trastorno. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

Masoquismo sexual

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implica el acto (real o simulado) de ser humillado, golpeado, atado o cualquier tipo de sufrimiento. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

Sadismo sexual

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican actos (reales, no simulados) en los que el sufrimiento físico o psicológico de la víctima es sexualmente excitante. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

Fetichismo transvestista

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican vestirse con ropas del sexo contrario. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas. Generalmente guarda una importante colección de ropa para transvestirse cuando está sólo, luego se masturba imaginando que otros hombres se sienten atraídos por él como si fuera una mujer.

Voyeurismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implica el hecho de observar ocultamente a otras personas cuando están desnudas o en actividad sexual. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

DISFUNCIONES SEXUALES

Se consideran disfunciones sexuales a la existencia de inhibición de los deseos sexuales o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo completo de la respuesta sexual. El ciclo completo de la respuesta sexual se divide en cuatro fases:

Deseo: Incluye fantasías y ganas de tener actividad sexual.

Excitación: consiste en la sensación subjetiva de placer que va acompañada de cambios fisiológicos. (Erección, lubrificación vaginal, etc.)

Orgasmo: Es el punto culminante del placer sexual con la eliminación de la tensión y la concentración rítmica de los músculos del perineo y de los órganos reproductivos pélvicos. En el hombre existe la sensación de inminencia eyaculatoria, seguida de la emisión del semen. En la mujer existen contracciones de la pared del tercio externo de la vagina. En ambos sexos existe a menudo tensiones o contracciones musculares generalizadas.

· Hablamos de disfunciones sexuales cuando una o más de estas fases sufre alteraciones, pudiendo hablar por tanto de:

  • Trastornos del deseo sexual
  • Trastornos de la excitación sexual
  • Trastornos del orgasmo
  • Trastornos sexuales por dolor

Autor: Alfonso Gea Carrillo. Psicólogo clínico.
Disponible en: http://www.cop.es/colegiados/mu00024/sexo.htm