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lunes, 23 de junio de 2014

Sexo seguro e inteligente: opciones para protegerte de las ETS


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Al hablar de sexo en los adolescentes, todo el mundo quiere decirte qué debes hacer. Si crees que nadie tiene porqué decidir sobre tu vida sexual, infórmate sobre lo que debes considerar. El tener o no relaciones sexuales durante la adolescencia es una decisión que te corresponde a ti y a nadie más. Por lo tanto, el protegerte de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) también es tu responsabilidad.

En Vida y Salud lo que nos interesa es que tengas la información necesaria para que, cualquiera que sea tu decisión, sepas las consecuencias, cuáles son tus opciones para estar saludable y no contraer enfermedades de transmisión sexual.
Si eres de los que cree que las ETS sólo son un problema para los adultos y la gente promiscua, estás muy equivocado. Los jóvenes entre 15 y 24 años son los más propensos a contraerlas, tengan o no parejas estables. ¿Sabes cómo protegerte? No esperes a tener una ETS para empezar a hacerlo. Piénsalo desde antes.

Las Enfermedades de Transmisión Sexual se transmiten, como su nombre lo indica, a través del contacto sexual. La manera más efectiva de eliminar el riesgo de contraerlas es no tener sexo. Hay gente que decide esperar hasta tener una pareja estable, lo cual es una decisión muy personal. Sin embargo, teniendo en cuenta que es precisamente durante la adolescencia cuando el cuerpo está cargado de hormonas que te invitan a descubrir tu sexualidad, lo mejor es que si decides tener relaciones sexuales, que lo hagas responsablemente, con protección para que no pongas en riesgo ni tu salud, ni la de los demás.

Aquí hay cuatro cosas que puedes hacer para protegerte: 

1.  Protégete usando un preservativo o condón. Los condones son el símbolo del sexo seguro, especialmente los de látex, cuando se usan correctamente. Aunque lo único que te protege 100% es la abstinencia, los condones son uno de los métodos más eficientes para evitar la mayoría de las ETS y el VIH. Además, también te ayudan a evitar un embarazo no deseado.

2.  Aprende a conocer tu cuerpo. Así notarás si hay algún cambio en tus genitales, si algo se ve diferente (por ejemplo: erupciones, enrojecimiento, etc.) o cuando aparezcan síntomas como, comezón o picazón o ardor al orinar, entre otros. Si sientes algo extraño, acude a tu médico inmediatamente para que te examine.

3.  Visita al ginecólogo.Para algunas adolescentes, este es un tema difícil pues no saben cómo pedir una cita con el ginecólogo sin que sus padres se enteren que ya han iniciado su vida sexual. Puedes acudir a un centro de asesoría para adolescentes y pedir una cita allí, o contactar a un ginecólogo y pedirle privacidad. Ir al ginecólogo te ayudará a saber cómo está tu salud sexual, y muy probablemente te recomiende hacerte una citología o examen de Papanicolau.

4.  Vacúnate. Asegúrate de preguntar si necesitas algún refuerzo de la vacuna contra la Hepatitis B que te aplicaron cuando niño. Si no la has recibido, este es un buen momento. Si tienes menos de 26 años y no te han aplicado la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a los 11 o 12 años, consulta con tu médico para que te la apliquen pues te ayudará a prevenir, el cáncer de cuello uterino. En este momento esta vacuna sólo se está dando a las chicas, quizá en un futuro próximo se les de a los varones también.

Las decisiones inteligentes que tomes hoy te permitirán disfrutar de una vida sexual sana. Si decides tener sexo, protégete. Algunas enfermedades de transmisión sexual pueden causar infertilidad, otras pueden cambiar tu vida para siempre, otras te pueden matar. Recuerda siempre que es mejor prevenir que remediar.

martes, 3 de junio de 2014

7 mitos sobre sexo que no son ciertos

Mitos y creencias hay acerca de todo. También sobre sexo. Pero una cosa muy diferente es que esos conceptos e ideas sean ciertos. Boston Medical Group, red internacional de clínicas especializadas en el tratamiento de la disfunción eréctil y la eyaculación precoz, ha realizado un análisis de siete de los principales mitos que rodean al sexo para intentar aclararnos las ideas.

Pero antes, ¿por qué se crean estos mitos? José Benítez, director médico de Boston Medical Group, cree que "hay una enorme falta de información acerca de una serie de aspectos relacionados con el sexo, desde el placer físico a la medicación aplicada para tratar patologías, pasando incluso por aspectos básicos relativos a la procreación". Por eso es importante, tanto para nuestro placer como para nuestra salud sexual, que desmintamos ciertas ideas preconcebidas. 

1. Los hombres necesitan más sexo que las mujeres 

Los hombres, aunque no lo parezca, tienen fluctuaciones de la libido, igual que las mujeres. Y las causas de estas fluctuaciones se parecen también mucho a las de ellas, desde la dieta hasta la falta de sueño o el estrés. Como a las mujeres, la falta de autoestima o que la relación no vaya bien en un determinado momento, también les afecta.

Sin embargo, sí que tienen algunas diferencias con las chicas. A las mujeres también les afectan factores adicionales como el ciclo menstrual, el uso de anticonceptivos hormonales así como factores ambientales y estigmas culturales.

2. Con la edad, el sexo deja de ser importante

¡Mentira! El sexo es parte de nuestra naturaleza y un aspecto muy importante de nuestra salud física y emocional, así como para el bienestar de adultos de todas las edades. La disminución de la libido, a pesar de lo que pensamos, no tiene por qué estar ligada al envejecimiento sino que está relacionada con otros factores como las deficiencias hormonales, los cambios en una relación, la rutina, la pérdida de la pareja, efectos secundarios de alguna medicación, etc.

3. El tamaño importa

Aunque la mayoría de los hombres estén un poco obsesionados con el tamaño de su pene, y muchas mujeres tengan la creencia de que a más tamaño, más placer, este es otro falso mito. Y, en todo caso, si tuviera alguna importancia, sería más influyente en el placer femenino la circunferencia que la longitud.

Por otro lado, los estudios demuestran que sólo el 25% de las mujeres alcanzan el orgasmo a través de la penetración, frente al 75% que lo hacen gracias al sexo oral. Una de las formas más eficaces para logar un orgasmo es el contacto con el clítoris y los tejidos vaginales, por lo que el tamaño no debe ser tan importante.

4. La eyaculación precoz sólo afecta a hombres jóvenes

La mayoría pensamos que se trata de un problema que se sufre durante el “florecimiento sexual” y que se controla con los años. Sin embargo, la eyaculación precoz afecta a un 30% de los hombres a lo largo de su vida y cuando se trata de una patología en mayores de 30 años, puede ser síntoma de otros problemas como disfunción eréctil, falta de acondicionamiento cardiovascular, depresión, ansiedad o síntomas de problemas neurológicos. En hombres más mayores puede ser un síntoma de problemas de próstata.

5. El dolor de cabeza no es una excusa

El dolor de cabeza no es una excusa porque, en realidad, el sexo alivia dolores y molestias leves como este gracias a la oxitocina y las endorfinas liberadas durante el orgasmo.

6. Algunos alimentos pueden excitarnos

Los afrodisíacos siempre han existido en el imaginario colectivo pero no hay una evidencia científica de que alimentos como el chocolate, las ostras o la canela sean eficaces en este sentido. Sin embargo, sí es cierto que un determinado alimento puede desencadenar una memoria erótica o deseo en nuestra mente, por lo que en cierto sentido, todos tenemos nuestros propios afrodisíacos.

7. La famosa Viagra

Muchos piensan que es el único tratamiento para la disfunción eréctil, pero a muchos no tiene por qué funcionarles. Este tipo de medicamento es sólo una solución temporal a un problema que puede tener otras causas subyacentes en nuestro organismo y que deben ser abordados por un médico cualificado.

Fuente: www.cosmohispano.com